¿COMO PUEDO MANEJAR LAS PATALETAS DE MIS HIJOS?

Esta es una pregunta muy frecuente que me hacen los padres de familia dentro de las consultas, y es claro indicar que este año, con la cuarentena por el COVID-19 se han incrementado los comportamientos que llevan a una rabieta o la llamada “pataleta infantil”.

Los padres indican que sus hijos están generando rabietas o pataletas por cualquier cosa, enojándolos y sacando a relucir en los padres emociones negativas que no saben cómo manejarlas.

Es necesario describir cómo puede generarse una rabieta, en que consiste y desde que edad se puede dar.

Las pataletas infantiles pueden generarse por medio de quejas, llantos, gritos, patadas, golpes, tanto a ellos mismos como a las personas que tengan cerca, y se manifiestan por diferentes causas, es decir cuando están irritados, molestos, con hambre, cansados realizando algún tipo de actividad o cuando no pueden conseguir algo que vieron ya sea un juguete o la atención de sus padres y/o cuidadores. Todo esto es una manera de demostrar sus emociones o su frustración y es con el tiempo que van generando o van desarrollando la habilidad de conocer sus emociones, expresarse y afrontar situaciones no tan cómodas para ellos.

Dentro del desarrollo de los niños es claro indicar que las pataletas infantiles pueden iniciar dentro de un rango de los dos años, pero tenemos claro que cada niño es diferente y pueden existir niños que después del año y medio descubre el poder que tiene en los adultos las pataletas y empiezan a entender que esto es una buena estrategia para llamar nuestra atención como padres. En ese proceso de desarrollo los niños, aún no saben cómo manejar sus emociones, y evidencian que esto llama la atención y lo que no pueden expresar en palabras lo manifiestan única y exclusivamente en pataletas; pero muchos padres se preguntarán… ¿pero si mi hijo ya habla porque sigue actuando de esa manera? Es claro que él ya puede comunicarse a través del habla, pero aun no entiende como manifestar sus emociones negativas, su frustración y no puede explicar con palabras porque tal situación lo enoja, el niño, en su proceso de desarrollo solo entiende que hay un camino y ese camino es “lo quiero, me lo tienen que dar”.

Es cierto que las pataletas son molestas para los padres, pero tenemos que buscar estrategias para que todo esto se convierta en un aprendizaje y una oportunidad para educar a los niños. Por ello como padres pueden manejar las siguientes estrategias:

  • Dale atención positiva, es decir busca y observa los momentos cuando el niño se porte bien. Generando recompensas positivas con atención y felicitaciones constantes.

 

  • Cambia su estructura de pensamiento, esto nos lleva a que le demos la oportunidad al niño de elegir aspectos en los cuales observamos que se puede irritar con más facilidad, es decir un momento difícil de los papas es cepillarle los dientes, por ello se puede generar la estrategia de darle la opción “prefieres lavarte los dientes antes o después de jugar” esto permitirá que se sienta parte de las decisiones y evitaremos una respuesta como “no”.

 

  • Evita poner o dejar a la vista los objetos que no puede tomar, porque te los daña o los quiere utilizar y no es permitido, esto evita discusiones; pero es claro que no todo el tiempo se puede lograr, pero si, se puede evitar en algunos momentos.

 

  • No te irrites y busca distraer a tu hijo en los momentos de pataleta, te preguntaras pero, ¿cómo lo hago? En un principio tenemos que buscar estrategias para que el niño cambie su foco de atención con aspectos y actividades llamativas, haciéndolo olvidar de la actividad que no logro y por ende está haciendo “pataleta”.

 

  • Conoce bien a tu hijo, este punto es muy importante ya que si lo hacemos, logramos entender que existen situaciones cuando ellos están irritables o cansados, no te excedas y busca mejores momentos para llevarlo al centro comercial, supermercado, etc.

 

  • Tu eres el adulto, por favor mantén la calma, no compliques la frustración del momento con tu enojo, gritos o amenazas, genera un espacio de compresión y recuerda que tu tarea es enseñar, y lo primordial aquí es que aprenda a calmarse y tu forma negativa de reaccionar no le va a servir mucho.

 

  • Existen muchas pataletas, y una de ellas es cuando el niño se hace daño, por ello, trata en lo posible de buscar un espacio de silencio y seguro (que no se vaya a lastimar con nada, ni vaya a dañar nada), buscando que se tranquilice, por medio de palabras asertivas de tu parte como padre y/o madre. En este punto es importante mencionar que en casa puedes construir espacios para la calma, o el llamado “Rincón de la calma”, tener un espacio listo para esos momentos.

 

  • Ten presente que es importante que como padres no debemos recompensar su pataleta, pues ellos entenderán que esto es una forma sencilla de lograr sus pedidos, pero si debes felicitar que tuvo control de la situación y logro calmarse.

 

  • Los niños reconocen en qué momento se han portado mal, y saben que esas pataletas no son la mejor solución frente a los problemas, por ello después de evidenciar calma, reitera tu amor hacia ellos con un abrazo y recuérdales la mejor solución siempre será el dialogo frente a sus emociones.

 

¿CUANDO BUSCAR UN PROFESIONAL?

Es importante que tengas en cuenta las indicaciones dichas, pero recuerda que en algunos momentos debes buscar un profesional cuando sientes que la situación no puedes manejarla solo como padre, madre o cuidador.

Por ello ten en cuenta lo siguiente:

  1. Tú eres quien pierde el control frente a las pataletas de tu hijo.
  2. Cedes constantemente ante las pataletas de tu hijo pues no quieres pasar “vergüenzas” con tu familia o con las personas que están a tu alrededor.
  3. Esas pataletas despiertan en ti enojos constantes y tus sentimientos siempre son negativos frente a tu hijo
  4. Las pataletas aumentan de intensidad día a día.
  5. La irritabilidad de tu hijo no disminuye con nada y cada situación genera una pataleta.

 

Es importante mencionar que con estas características pueden existir otros procesos que deben manejarse para disminuir o erradicar la pataleta de tu hijo, recuerda que es importante un acompañamiento profesional y en algunas ocasiones, pueden existir diferentes problemas médicos, psicológicos tales como trastornos del aprendizaje que puede potencializar las pataletas.

Igualmente ten en cuenta que las pataletas no van a durar toda la vida, este es un proceso relativamente normal durante su desarrollo, conforme el niño va creciendo empieza a ganar autocontrol y se evidencia menos frustración frente a las situaciones y va conociendo su forma de reaccionar. Continúa tu proceso de acompañamiento y genera mucho amor a tu hijo, él te lo agradecerá.

2 comentarios

  1. Hola soy Catalina chavarria. Tengo un sobrino de 9 años y una sobrina de 3 años. Su padre los abandonó y su madre siempre está trabajando. Su cuidadora no lo hace muy bien puesto no reacciona positivamente frente a sus pataletas y me preocupa un poco si futuro. Un ejemplo de ello fue un día que llegue de visita. Su cuidadora quien es su abuela, estaba muy ocupada en la cocina y le pido el favor a una «amiga que había llegado a la casa» que le limpiará la niña, esta señora tenía un nieto de unos 9 años y salió detrás a limpiar la niña con su abuela mientras la niña rompía en llanto gritando q no quería dejarse limpiar de aquella mujer… Su abuela la regaño muy fuerte diciendo. Déjese que estoy ocupadaaaa….. Esto me preocupo mucho de inmediato le hice ver su error. También otro día mando a su nieto de 9 años a dormir pero ella se quedó viendo tele y el también lo hizo, al día siguiente lo despertó y el no quería entonces saco una correo y lo ibas castigar….. Pero de nuevo estaba ahí para hacerle ver qué el problema no era el niño. Me preocupa todo esto. Mi sobrino está muy rebelde y no quisiera que se perdiera ….. Que más puedo hacer. No vivo con ellos.

    1. Cordial saludo Lady Catalina, respecto a su pregunta, algunas precisiones para comprender el contexto que nos presentas:

      Las llamadas pataletas, son una manera de los niños comunicar que algo les molesta, su comportamiento dice que no están de acuerdo con la manera en que se dirigen a ellos. Como los niños no tienen una comprensión plena de los afectos, se les dificulta además ponerlos en palabras, por ello recurren a su comportamiento para enviar un mensaje a los padres o cuidadores, al parecer es el comportamiento el que habla de manera más elocuente. No se debe señalar al niño como el que no se sabe comportar, de hecho es el recurso que encuentran para mostrar un rasgo en su proceso de autonomía, necesitan probar su voluntad y su individualidad.

      Algunas “pataletas” o “rabietas” dan cuenta de la manera en como el niño se vincula con los cuidadores, o la forma en que hacen un pedido de manera urgente, como un algo apremiante; sin embargo cuando se trata de cuidadores que no se ocupan de manera adecuada de los niños, las manifestaciones “rabiosas” o en forma de “pataleta” dan cuenta de que el niño necesita descargar tensiones, miedos o frustraciones, que están relacionadas con el evento actual.

      Cuando los adultos que acompañan a los niños en su proceso educativo están excedidos de trabajos y responsabilidades, o muestran poca experiencia para manejar estos episodios en los niños, se intuye una falla en el manejo de la autoridad. Son ellos quienes se desautorizan ante los niños al mostrar la incapacidad que tienen para transmitir la autoridad, y aunque los adultos también se ven envueltos en situaciones estresantes y complejas, esto muchas veces hace que se exalten ante la frustración, lo que hacen es que se establece una manera del vínculo con el niño que se torna repetitiva.

      Lo que se puede hacer es orientar a estos adultos para que tengan un espacio donde tramitar las tensiones y no las descarguen en los niños, igualmente un acercamiento con los niños para que aprendan a manejar también la situación y las respuestas desmedidas tengan un mejor manejo. Fortalecer el vínculo entre los cuidadores y los niños requiere de poder provocar espacios conversacionales, donde el niño pueda dar cuenta de lo que le pasa, hablar de ello minimiza el riesgo de incurrir en nuevas ‘’pataletas”.

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